A la hora de poner en venta tu casa, lo normal es revisar en internet por cuanto se intentan vender casas similares a la tuya e intentarla vender por “un poquito más” , ya que seguramente intentas poner en valor las reformas que le hiciste. También es frecuente ponerla en venta “a ver si me pagan lo que necesito para poder comprar la que me gusta”.
Pero el valor de mercado de tu casa no es el que necesitas para hacer el cambio de casa deseado, ni el de las reformas a tu medida, como tampoco el que indican las viviendas no vendidas que se anuncian en internet. El valor de mercado es el precio que pagarían por tu casa, una cantidad suficiente de compradores en un período de tiempo suficiente en función del tipo de vivienda, y en unas condiciones de mercado libre y estable.
Contar con un Agente Inmobiliario en la venta de tu casa, supone poner a trabajar para ti a un profesional experimentado en la valoración de inmuebles, en la comercialización y el marketing, en la gestión de compradores y en la formalización con garantías. A continuación te damos 4 claves para contratar al agente inmobiliario que te hará ganar dinero, ahorrar tiempo y evitar molestias.
- ANÁLISIS DEL PLAN DE VENTA: Un buen agente inmobiliario para ti es el que pone tus intereses siempre en primer lugar, por tanto, antes de decidir poner la vivienda en venta, el agente debe averiguar la viabilidad del proceso en función tan solo de tus intereses, analizando valor de mercado, tiempo disponible, fechas deseadas, dinero necesario para el cambio de casa y gastos a tener en cuenta. Poner la vivienda en venta solo en función de un precio deseado, sin analizar todo lo anterior, es un error que puede conllevar graves consecuencias.
- PREPARACIÓN DE LA VIVIENDA: Una vez se considera viable la venta, hay que preparar la vivienda para que ésta luzca en el mercado. Tu casa deja en parte de serlo para convertirse en un producto en venta. Tu agente debe asesorarte, ayudarte a abrir tu mente y realizar cuantas acciones sean necesarias para que tu casa sea lo más atractiva posible a ojos de la mayor cantidad de los potenciales compradores. Solo hay una oportunidad para causar una primera buena impresión, eso un profesional lo sabe, por tanto no vale un simple anuncio o un cartel y por ello se deben aplicar las técnicas y herramientas adecuadas para conseguirlo.
- SEGUIMIENTO DE LOS COMPRADORES: Enseñar la vivienda con buena voluntad y simpatía no es suficiente si lo que se pretende es venderla al máximo precio. Un buen agente debe conseguir la máxima y mejor difusión de la vivienda en venta, pero además debe realizar un perfecto seguimiento y asesoramiento de los compradores. Una vez realizada la visita hay que resolver sus dudas, facilitarles toda la información necesaria, en ocasiones ayudarles con la financiación, posible reforma, etc. El comprador debe sentirse acompañado y cómodo para tomar la decisión firme.
- FORMALIZACIÓN CON GARANTÍAS: Una vez el acuerdo de compraventa está alcanzado, hay que formalizarlo con las máximas garantías, considerar aspectos jurídicos y económicos, conciliar las fechas más convenientes, preparar con antelación todo el papeleo, acreditar la compraventa libre de cargas y al corriente de pagos, así como dar tranquilidad y soluciones a ambas partes en caso que surjan dificultades en el camino, incluso después de la firma ante notario.
El servicio de un buen agente inmobiliario resulta esencial para conseguir vender al máximo precio y sin problemas, pero es importante no olvidar estas claves a la hora de elegir al profesional que más te conviene. De la misma forma que pides más de un presupuesto para reformar tu casa, o te guías por las buenas referencias de tu círculo de confianza a la hora de elegir un buen hotel o restaurante, aquí es decisivo saber elegir al mejor profesional. Te juegas muchísimo en ello.
