Acertar en la elección de tu Agente Inmobiliario

Mi experiencia personal, primero como cliente y después como Agente Inmobiliario desde 2004, me ha dejado algunas certezas y una de ellas es que no es lo mismo intermediar que representar a tu cliente; otra, la que quería explicar aquí hoy: la clave no es si un Agente Inmobiliario servirá para que aciertes en la compraventa, sino, por el contrario, la clave es elegir bien a tu Agente Inmobiliario.

Así pues, antes de entrar en la oficina más cercana o llamar a ese agente que el del bar, o el conserje, te han recomendado, lo primero que debes hacer es poner negro sobre blanco las preguntas que debes hacerle y que lograrán que tomes la decisión correcta, eligiendo al profesional que te ayudará a acertar.

Hoy por hoy no necesitamos a un Agente para saber “en cuánto están los pisos por aquí” ni para conocer “lo que hay en venta por la zona”. Eso lo tenemos al alcance de unos pocos clicks. El valor añadido de un profesional está en factores como su nivel de experiencia, su compromiso y los recursos de los que disponga para conducirte hasta el destino deseado, un lugar donde tú es muy posible que no estés en condiciones de llegar. Para unos la negociación será lo más difícil de manejar (cuando es para uno mismo resulta incluso mucho más complicado) para otros el desconocimiento de la zona o bien la falta de tiempo para seleccionar, encontrar, y revisar, también la ansiedad y el miedo que genera la posibilidad de equivocarte en una decisión tan trascendente, quizás por no haberla formalizado correctamente y con garantías.

Estas son las preguntas que yo le haría a los Agentes Inmobiliarios con los que me entrevistase, antes de contratarlos:

  1. ¿Qué experiencia tienes en la zona y/o en los inmuebles que me interesan?
  2. ¿Con qué recursos exactamente cuentas a nivel humano, técnico y comercial en tu empresa?
  3. ¿Cómo fijarás el precio correcto de la propiedad que me interesa?
  4. ¿Cuánto vas a invertir, y cómo, para conseguir lo que pretendo?
  5. ¿Qué acciones concretas vas a desarrollar para conseguir el objetivo?
  6. ¿Vas a poner mis intereses por delante o vas a intermediar para conseguir el acuerdo?
  7. ¿Colaborarás siempre con cualquier persona, profesional o particular, de cara a favorecer mis intereses, o te pones límites?
  8. ¿Cómo me tendrás informado del plan de venta o compra?
  9. ¿Le darás servicio a “la otra parte” de la transacción?
  10. ¿Qué ocurre si no estoy contento con tu servicio?
  11. ¿Qué ocurre si yo encuentro al cliente (la otra parte) antes que tú?
  12. ¿Estarás conmigo incluso después de la firma del contrato?

Y siempre al final: ¿Qué coste tiene tu servicio?

Si te limitas a elegir al agente que aparece en el azucarillo del bar, al más barato, o ni tan siquiera te planteas elegir uno por prejuicios o por cuentos y leyendas de terceros, estoy seguro que estarás tomando una decisión errónea que te traerá dolores de cabeza y de bolsillo.

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