- Olvida que eres el propietario: ponte en la piel del comprador y juzga tu vivienda con sentido crítico.
- Pon el precio correcto: el precio de mercado no es el que ves en internet, sino justo el que no ves “el de vendido”. Averígualo.
- Planifica tu venta: el precio es un objetivo móvil, la mejor oferta se consigue con la adecuada combinación de tiempo y precio.
- Cuidado con el cambio de casa: no te pongas con la venta antes de estudiar la compra. Revisa bien todos los gastos de venta y compra, así como tu fiscalidad.
- Prepara tu vivienda para la venta: tu casa es ahora un producto que hay que vender y puede que no haya una segunda oportunidad. Cuida todos los detalles pensando en el comprador.
- Busca la mejor difusión: no repitas anuncios, actualízalos y no pongas precios distintos. Confía en profesionales expertos que comparten sus carteras de clientes.
- Tu tiempo y privacidad son importantes: no abras la puerta a todo el que lo pida, haz preguntas que te muestren la intención del comprador.
- Organiza las visitas: busca los días y horas que mejor convengan tanto para la visita como para tu rutina, el comprador se adapta.
- Sé hábil en la negociación: negocia con la cabeza y no con los sentimientos, olvida comentarios inoportunos y céntrate en tu “coste de oportunidad”. Maneja bien los tiempos.
- No condiciones el acuerdo a terceros: formaliza bien el acuerdo y no se te ocurra ponerlo en manos del banco, no crees problemas donde no los hay.